Restauramos la pequeña zona de la capilla romana con el puente y la cascada, que a lo largo de los siglos ha quedado muy dañada.
Rompimos el revestimiento de cemento del puente y colocamos piedras, a la antigua usanza.
La cascada ya no fluía, así que hicimos los escalones en hormigón proyectado para conducir el agua con una gran cortina estética hacia el arroyo.
Todo el entorno del río era de hormigón liso, lo hicimos en forma de roca. También pusimos un tronco de madera grande para garantizar un enfoque rural.
Fabricante, constructor y experto en Rocódromos